Contratamos un taxi los cuatro para recorrer los monumentos más emblemáticos de la ciudad. Fuimos al Fuerte de Amber, una construcción en lo alto de la montaña, a la cual se puede subir en elefante, pero decidimos subir a pie, pobrecitos dan lástima, estaba lleno de turistas e indios que hablaban español y querían practicar, uno nos pidió que le escribiéramos "frases hechas" en un papel para decírselas a los turistas españoles, así que imaginad las frasecitas, también querían saber piropos para decírles a las chicas, les dijimos que eso era una horterada, pero nada, aquel quería sus piropos. Entramos al fuerte, muy bonito es, pero muy viejo también, lo tienen todo manga por hombro, roto, descolorido, sin amueblar, en resumen, descuidado, no se que diantres hacen con las 150 rupias que se paga por cabeza de turista, la cabeza india vale 20 rupias. Desde allí se ve el Palacio del Maharajá, que en esos momentos se encontraba en casa, se puede acceder del uno al otro a través de pasadizos secretos. Es todo muy misterioso allí...
Paramos a la vuelta en el Lake Palace, mucho más pequeño que el de Udaipur, y nos fuimos a comer y como no, a visitar otra shop, qué plastas son con las tiendecitas!!!!
Después nos llevaron al palacio de la ciudad, al cual no entramos porque iba a estar igual de roto que el anterior, y valía más rupias, y al observatorio. Hicimos tiempo para ir al Templo de los Monos. Este es un antiguo templo del cual se han apoderado los monos, hay montones de ellos, da la sensación de estar en una ciudad fantasma, en su tiempo de esplendor debió ser precioso, ocupa toda la ladera y es una maravilla, pero ahora, como todo, está roto, roto y sucio, y viejo y dominado por los monitos. Te acompañan a visitarlo para que no te ataquen, porque alguno está loco y si se te tira encima, no veas el susto, pillamos a uno comiendose el zapato de una señora, después vimos a la señora con el zapato todo mordisqueado, la pobre, no se de que manera se lo quitaría (la señora al mono). Pasamos allí un rato y ya nos bajamos a la ciudad, estuvimos haciendo unas pequeñas compras, el billete del bus, cervecitas, jabones... y nos fuimos al hotel a bañarnos en la piscina, allí nos encontramos con más españoles, somos una invasión, nos hemos llegado a juntar 12 españoles en la piscina, me parece que todos los del hotel, nos quedamos relajadísimas para cenar.
Paramos a la vuelta en el Lake Palace, mucho más pequeño que el de Udaipur, y nos fuimos a comer y como no, a visitar otra shop, qué plastas son con las tiendecitas!!!!
Después nos llevaron al palacio de la ciudad, al cual no entramos porque iba a estar igual de roto que el anterior, y valía más rupias, y al observatorio. Hicimos tiempo para ir al Templo de los Monos. Este es un antiguo templo del cual se han apoderado los monos, hay montones de ellos, da la sensación de estar en una ciudad fantasma, en su tiempo de esplendor debió ser precioso, ocupa toda la ladera y es una maravilla, pero ahora, como todo, está roto, roto y sucio, y viejo y dominado por los monitos. Te acompañan a visitarlo para que no te ataquen, porque alguno está loco y si se te tira encima, no veas el susto, pillamos a uno comiendose el zapato de una señora, después vimos a la señora con el zapato todo mordisqueado, la pobre, no se de que manera se lo quitaría (la señora al mono). Pasamos allí un rato y ya nos bajamos a la ciudad, estuvimos haciendo unas pequeñas compras, el billete del bus, cervecitas, jabones... y nos fuimos al hotel a bañarnos en la piscina, allí nos encontramos con más españoles, somos una invasión, nos hemos llegado a juntar 12 españoles en la piscina, me parece que todos los del hotel, nos quedamos relajadísimas para cenar.